Creó pues DIOS al hombre a imagen suya; a imagen de DIOS lo creó; hombre y mujer los creó, Génesis 1: 26 y 27.
Cuando se completo la primera parte de la Creación, el próximo paso era la proyección de “vestiduras o cuerpo físico” para las Chispas Espirituales que, como lo vimos, habiendo sido extraídas de lo Universal del Gran Sol Central, se encontraban temporalmente reposando en el seno de la Diosa Vesta en pos de un desarrollo adicional.
Así como un individuo necesita y usa “vestiduras o cuerpo físico” para su funcionamiento correcto y bienestar de su forma física, de igual modo, las “Chispas Espirituales” necesitaban cobertura al dejar el seno protector de su Madre Diosa.
Para adquirir esta “vestidura o cuerpo físico” fueron dirigidas por sus Padres Dioses dentro de la Luz Universal, convirtiéndose allí en las Gloriosas Llamas Triples Inmortales rodeadas de un Gran Ser de Fuego Blanco.
Éste fue el ser humano individualizado original, que se paró ante DIOS, su Creador, en la forma de un perfecto Círculo de Luz. Este Círculo de Luz no era un individuo compacto o “ser de una sola pieza”, sino más bien “un par”. La mitad del Círculo manifestaba la naturaleza masculina de DIOS, y la otra mitad femenina. Éstos son conocidos como Rayos Gemelos o Presencia “YO SOY”, en donde cada mitad representa, como se ha dicho, uno de los dos géneros: masculino o femenino.
Esos Rayos Gemelos, son también identificados por la Raza Humana, como Almas Gemelas, y cuando esos Rayos Gemelos deciden descender a través de las Esferas a participar en el ámbito de la experiencia, cumpliendo el ciclo de 2000 años en cada Esfera, el cual será a la postre la sumatoria de 14000 años para su posterior Ascensión. Hay eventualidades, que ese periplo detallado en cada Esfera, es desarrollado por un solo Ser Individualizado, el que puede ser masculino o femenino, y en este caso, debemos de tener en consideración el “Libre Albedrio”, y esta situación habilita al cualquiera de esos dos Seres, sea masculino o femenino, a determinar si se acompañan mutuamente en esa experiencia, o cualquier de esos dos Seres, desea quedarse en donde se encuentra, y no descender a este Plano, llamado Tierra. Para que se entienda, a la fecha, el que suscribe, se manifiesta en un vehículo de manifestación física masculino, desconozco la situación de mi otro Rayo Gemelo, que desde luego que es femenino, puede ser que se encuentre en este Plano o haya decidido quedarse en el Plano Etéreo. Debo aceptar y respetar el “Libre Albedrio”, y no estar buscándolo quien es, y donde hallarlo, asumo que cada quien, dispone de su propio Plan Divino en Acción.
Hay situaciones muy particulares, en la cual, el tiempo terreno y toda la humanidad sabe a la llegada de Seres de Luz que han venido desde otros Sistemas Planetarios a este Plano, llamado Tierra, con la Misión de Salvar de la Destrucción al Planeta junto con todos sus habitantes, y hago mención a nuestro Amado Hermano Mayor, Jesús el Cristo, cuyo nombre real fue Yeshua Ben Joseph, también conocido en la Metafísica como Lord Sananda, Regente Cósmico y Ángel Micah, el Ángel de la Unidad, cuyo complemento Divino o Rayo Gemelo fue María Magdalena o Lady Nada, en este caso puntual, los dos Seres estuvieron a la misma ves sobre la superficie terrestre.
La explicación que dan los Maestros Ascendidos de la Ley de la «Magna Presencia YO SOY» concerniente a los Rayos Gemelos, es muy definitiva e indiscutiblemente sencilla. Es una de las cosas que la humanidad necesita entender en gran medida; y de comprendérsele, se evitaría gran cantidad de la aflicción de la humanidad, la mayor parte de la cual es resultado de ignorar esta «Magna Ley de Vida«. Es imperativo que cada Estudiante del «YO SOY» conozca esta actividad de la Gran Ley de Vida y la obedezca, si es que habrá de tener su total Liberación y Ascensión.
Si el estudiante insiste en averiguar quién es su Rayo Gemelo en vez de completar su propio Decreto para hacer su Ascensión, entonces no estará sirviendo a la Luz que es su «Magna Presencia YO SOY» poniéndola de primero. De allí que estará desobedeciendo la mismísima Primera Ley de Vida que ha hecho para sí, y la cual gobierna por todo el infinito.
Cuando un individuo busca su Rayo Gemelo, el sentimiento que lo está impulsando no es otro que el de la conciencia física o externa. Para nada importa que sea sólo para compañía o por el deseo que el individuo pueda tener. Es conciencia de cuerpo físico, y quienquiera que se regodee en eso o busque encontrar la felicidad permanente allí, en algún momento experimentará la desilusión, porque se trata de algo temporal. Por tanto, tiene que tener principio y fin. Lo que se ciñe a la obediencia a la Ley de Vida es Perfección, por consiguiente felicidad permanente.
La Fuente de la Felicidad Permanente es la «Magna Presencia YO SOY«, y cuando el individuo hace su Ascensión, no sólo alcanza la felicidad permanente, sino que se auto-libera de toda limitación e inarmonía. Puede entonces dar asistencia ilimitada del tipo que sea, a todos y todo lo que contacte. Se convierte en todo lo que la palabra “Maestro» entraña. Se convierte en Señor de Vida y victorioso sobre todo lo de este mundo.
Llegamos ahora a las condiciones que constituyen los escollos de la felicidad para miles de personas. Todo el mundo anhela la felicidad, y considera que tiene derecho a tenerla, lo cual es cierto; pero la Felicidad Permanente no viene de la actividad externa de Vida. ¡Nunca vino y nunca vendrá! Sólo viene de la «Magna Presencia YO SOY«, porque es la Fuente de TODA Vida, por tanto, de TODA Felicidad.
No hace la más mínima pizca de diferencia cuan armonioso y feliz puedas estar con tu Rayo Gemelo, si te lo encontraras en la vida física. Si el uno o el otro estuviera casado con otra persona y hubieran, así, contraído obligaciones, no vayan a pensar ni por un momento que Ustedes pueden empujar esas obligaciones fuera del camino y causar infelicidad a otros, sólo porque se te aparece tu Rayo Gemelo. Tienes que cumplir con el servicio que voluntariamente asumiste.
La fuerza siniestra ha utilizado todo tipo de excusas a lo largo de los siglos, para hacer que individuos se enreden precisamente en condiciones de esta índole, a fin de crear discordia para tanta gente como sea posible. Esa es la razón de que haya actualmente tanta aflicción en la relación familiar de la mayoría de los seres humanos. Esa cuestión TIENE que suspenderse ahora mismo y para siempre, si es que los seres humanos habrán de liberarse de las cadenas de su propia conducta errónea.
Por favor, recuerden, Mis Benditos de la Luz, que nadie en este Universo sabe quién es su Rayo Gemelo, salvo la «Magna Presencia YO SOY» y los Maestros Ascendidos. No hay ser no-ascendido que pueda decirte quién es tu rayo gemelo. De manera que no permitas que ningún ser humano, tú mismo o alguna otra persona, jamás te haga creer que tal o cual persona es tu Rayo Gemelo. De ser necesario que lo sepas, Saint Germain o Jesús te darán prueba inequívoca de ello. Y aún si te encontraras con tu Rayo Gemelo y conocieras toda la Verdad, aún así esa persona nunca deberá anteponerse a tu «Magna Presencia YO SOY» ni a la Victoria de tu Ascensión.